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Tickling

Tickling: el poder afrodisíaco de las cosquillas eróticas

Que la rutina se acabe instalando en la vida sexual de las parejas parece irremediable pero no tiene por qué serlo. Basta con experimentar nuevos juegos o prácticas eróticas para insuflar nueva vida a lo que ha caído en la red de la monotonía. Hay muchas prácticas sexuales que pueden servir para conseguirlo. En este artículo vamos a hablarte de una de ellas, el tickling.

Llamada también cosquillas eróticas, esta práctica sensual puede añadir un toque de diversión y excitación a tu vida sexual.

Aunque a menudo las cosquillas se asocian con una sensación de incomodidad o risa, utilizadas de forma erótica pueden ser una forma de estimulación placentera y erótica que puede mejorar la intimidad entre tú y tu pareja.

De ellas y de sus beneficios vamos a hablarte en este post. También te hablaremos de la relación que guardan con el BDSM y, en especial, con las prácticas fetichistas.

¿Dispuesto a adentrarte en el divertido y excitante mundo del tickling?

Prácticas fetichistas

Beneficios físicos y emocionales del tickling

Las cosquillas son una forma de contacto físico que puede resultar más placentera de lo que se imagina. Aunque tradicionalmente se asocian con la risa y la diversión, también pueden tener un impacto positivo en la intimidad y la conexión emocional entre dos personas.

Cuando se utilizan las cosquillas como juego erótico, se activan una serie de reacciones físicas y emocionales en el cuerpo que pueden ser beneficiosas para la salud. En primer lugar, estimulan el sistema nervioso y aumentan la liberación de endorfinas, las hormonas del bienestar, lo que provoca una sensación de placer y relajación en el cuerpo.

Además, pueden ayudar también a reducir el estrés y la ansiedad, ya que al ser un estímulo novedoso y agradable, distraen la mente de los problemas cotidianos y promueven un estado de calma y bienestar.

El contacto físico durante la práctica del tickling puede aumentar la intimidad y la complicidad entre las parejas, fortaleciendo los lazos emocionales y mejorando la comunicación. Al mismo tiempo, pueden servir para relajar y desinhibir a tu pareja, creando un ambiente de juego y complicidad que puede llevar a una mayor intimidad y pasión en la relación.

En el aspecto físico, las cosquillas pueden estimular la circulación sanguínea y mejorar la salud de la piel, ya que al ser un estímulo suave y delicado, pueden favorecer la oxigenación de los tejidos y la eliminación de toxinas. Además, pueden ser una forma divertida de explorar las zonas erógenas del cuerpo y descubrir nuevas formas de placer y excitación.

Vistos los beneficios de las cosquillas eróticas, vamos a ver cómo incorporarlas como juego erótico en la relación de pareja.

Cosquillas

¿Cómo incorporar las cosquillas eróticas a la relación de pareja?

Como hemos visto, el tickling una forma divertida y excitante de explorar la intimidad con tu pareja. A menudo pasamos por alto este tipo de estimulación, pero puede ser una herramienta poderosa para avivar la chispa en la relación y mejorar la conexión emocional y física.

Antes de comenzar a incorporar las cosquillas eróticas en tu relación, es importante comunicarte con tu pareja y establecer límites claros. Algunas personas pueden sentirse incómodas o incluso rechazar esta forma de estimulación, por lo que es crucial respetar sus deseos y preferencias.

Una vez que hayas establecido una comunicación abierta y honesta con tu pareja, puedes comenzar a explorar el tickling de varias maneras. Puedes utilizar plumas suaves, pinceles o incluso tus propias manos para acariciar las zonas sensibles de tu pareja, como el cuello, las axilas, los muslos o los pies.

Es importante recordar que las cosquillas pueden ser una forma de juego previo o una técnica de estimulación durante el acto sexual. Puedes combinarlas con besos, caricias y masajes para crear una experiencia sensual y placentera para ambos.

Una precaución importante a tener en cuenta al practicar el tikling es la higiene. Es fundamental mantener las manos limpias y las uñas cortas para evitar cualquier tipo de irritación o infección en la piel de tu pareja. Además, es recomendable utilizar algún tipo de lubricante o aceite para facilitar el deslizamiento de las manos sobre la piel y aumentar la sensación de placer.

Cosquillas eróticas

El tickling o cosquillas eróticas como forma de fetichismo

Muchos sexólogos consideran el tickling una forma de fetichismo y se refieren a él con el término de knismolagnia.

Knismolagnia es una palabra formada por la combinación de "knismesis" y el sufijo "-lagnia". Knismesis es un término utilizado para describir la respuesta del cuerpo ante una ligera estimulación. Por su parte, el sufijo "-lagnia" se utiliza en el ámbito de la psicología y la medicina para denotar un una atracción sexual o un fetiche. Así, el término knismolagnia indica una atracción o excitación sexual ante un pequeño estímulo, picor o cosquilleo en el cuerpo.

Aunque no encaje de una forma exacta en la definición de fetichismo sexual, no son pocos los practicantes del tickling que hablan de éste como fetichismo de cosquillas.

La knismolagnia puede manifestarse de diferentes formas y en diferentes contextos. Algunas personas disfrutan de ser cosquilleadas durante el acto sexual, mientras que otras prefieren experimentar esta sensación de manera más relajada y sin necesidad de llegar a la intimidad sexual.

Si bien la knismolagnia no es una práctica sexual tan común como otras, como el sexo oral o la penetración, es importante reconocer que cada persona tiene sus propias preferencias y deseos en el ámbito sexual.

Relacionada con la knismolagnia encontramos el término de acarofilia. Esta palabra se refiere al placer de hacer o recibir cosquillas pero (y es aquí donde estableceríamos la diferencia con el tickling) sin que ello implique grado alguno de excitación sexual.

Hay parejas que utilizan las cosquillas eróticas dentro del ámbito del BDSM. Hay sumisos y sumisas que experimentan con ellas sensaciones de sumisión y vulnerabilidad y Amos y Dominas que las usan como forma de castigo o tortura leve. Que esto sea así no quiere decir en caso alguno que el tickling sea una práctica exclusivamente propia del universo de la Dominación/sumisión. Eso sí: como toda práctica sexual, debe ser desarrollada a partir del consentimiento mutuo y respetando en todo momento los límites establecidos por cada cada miembro de la pareja.

Tickling fetichismo