Es difícil pensar en diseñadoras de moda famosas sin que el primer nombre que nos venga a la memoria sea el de la francesa Coco Chanel. Su apellido dio nombre a una de las marcas más célebres de la historia de la alta costura, la perfumería y el lujo.
En este artículo vamos a realizar un breve repaso de la vida de esta creadora, deteniéndonos en los momentos más importantes de su trayectoria profesional.
Este post dedicado a la biografía de Coco Chanel debe servir de homenaje a quien fue, sin duda, una de las diseñadoras más influyentes del siglo XX.
Gabrielle Chanel (pues ése era el verdadero nombre de mademoiselle) nació en la humilde localidad de Saumur (Francia) el 19 de agosto de 1883.
Miembro de una familia de seis hermanos (dos niños y cuatro niñas), su madre falleció a consecuencia de una bronquitis cuando Gabrielle tenía 11 años. El padre, superado por la situación, entregó a sus hijos varones a una familia de acogida campesina e internó a sus hijas en el orfanato de Aubazine.
Fue ahí, en ese orfanato, donde Gabrielle aprendió a coser. A los 18 años fue trasladada a un nuevo internado religioso, donde permaneció hasta cumplir los 21 años de edad.
En este nuevo orfanato, ubicado en Moulins, quien sería años después la diseñadora de moda más conocida del mundo empezó a trabajar como ayudante de sastre. Atraída por el mundo del cabaret, empezó a ser llamada Coco.
Decidida a ganarse la vida como cantante, marchó a Vichy, donde no consiguió encontrar trabajo. De regreso a Moulins, Gabrielle empezó a asumir que nunca sería nadie en el mundo de la canción.
Su vida experimentó un giro de 180 grados al conocer a Etienne Balsan. Balsan era un joven adinerado que poseía un castillo en Royallieu. Fue en ese castillo donde la joven Gabrielle descubrió el lujo. Fue ahí, también, donde empezó a codearse con la alta sociedad.
Dentro de esos círculos elitistas no tardó en sobresalir como una mujer elegante, de estilo sobrio y con un toque un tanto andrógino. Fue en esta época cuando empezó a diseñar sus propias prendas y a elaborar también sombreros para sus amistades. La gran artista estaba lista para alzar el vuelo.
Para ello fue necesario conocer a otro hombre, un joven inglés amigo de Balsan que se llamaba Arthur Capel y era conocido como Boy. El flechazo mutuo que sintieron Capel y la joven hizo que ésta le contara su sueño: abrir una sombrerería en París.
Capel, asociado a ella, permitió que ese sueño se hiciera realidad. Coco abrió su sombrerería en un edificio situado en el número 21 de la Rue Cambon. Corría el año 1910.
El éxito de sus sombreros y la admiración que causaba la misma ropa que ella vestía hizo que sus clientas la alentaran a abrir una boutique. Lo hizo en Normandía, en la localidad de Deauville. Era 1913. En esa boutique fue donde Coco vendió sus primeras prendas de vestir orientadas al mercado del lujo y también a la práctica deportiva.
El éxito fue inmediato. Ni siquiera la Primera Guerra Mundial la detuvo. En 1915, en plena contienda, abrió una nueva boutique, esta vez en Biarritz, cerca de la frontera española.
El estilo Chanel empezó a hacerse perfectamente reconocible y a ganar adeptos entre la alta sociedad europea. Los diseños de Mademoiselle Coco Chanel eran elegantes y funcionales y tenían ese toque masculino del que hablábamos anteriormente. Los corsés y los diseños rococós pasaban con ello a la historia. Las líneas cómodas estaban llamadas a convertirse en la nota imperante en el mundo la alta costura.
Vogue, la famosa revista de moda, dedicó un amplio espacio en sus páginas a las creaciones de la diseñadora francesa. Coco Chanel, que aparecería de forma regular en la famosa publicación durante muchos años, se había consagrado.
Lo demostró abriendo en 1918 la que estaba llamada a convertirse en su boutique más icónica: la ubicada en el número 31 de la Rue Cambon. Al abrir esa tienda, Mademoiselle tenía más de 300 empleados a su cargo.
El éxito profesional, sin embargo, se vio empañado por la muerte de Boy Capel. Un accidente de tráfico puso fin a su vida en 1919. La pena de Gabrielle fue inmensa. Su reacción artística, potenciar la presencia del color negro en sus creaciones, sumergirse en el trabajo y explotar al máximo su imaginación.
Son muchas las frases de Coco Chanel que han pasado a la historia. Una de ellas fue la siguiente: "una mujer sin perfume es una mujer sin futuro". Para pasar de las palabras a los hechos, la creadora contrató los servicios del perfumista Ernest Beaux.
Beaux creó para Coco una fragancia mítica, Chanel Nº5. Era el año 1921 y desde ese instante la marca se instaló en lugar de referencia en el mundo y en la historia de la perfumería. Un notable listado de fragancias irían acompañando con el paso de los años al mítico perfume de la firma parisina.
Para crear la empresa Chanel Parfums en 1924, la división perfumista de la marca, la diseñadora se asoció con los hermanos Wertheimer. La creación de fragancias, no obstante, proporcionó a la creadora más prestigio que beneficios económicos, pues ella solo participaba del 10% de los beneficios que la división perfumista generaba.
La inauguración progresiva de nuevas boutiques y la creación de la línea de joyería, en la que rápidamente adquirieron un importante protagonismo las perlas, demostraron hasta qué punto aquella mujer que había vivido una dura infancia y adolescencia había conseguido triunfar.
Entre sus aportaciones al mundo de la alta costura hay que destacar los trajes de falda y chaqueta de tweed, el jersey de punto y las faldas con un corte algo más corto que el clásico.
En 1935, el número de empleados de la firma había superado la cifra de 4.000 empleados y Hollywood solicitaba creaciones de la diseñadora para sus producciones. La Segunda Guerra Mundial cambió esa situación.
Al estallar la contienda, Gabrielle cerró todas sus boutiques menos una: la situada en la Rue Cambon. Dejó de diseñar prendas de ropa ("no es momento para la moda", afirmó, y dedicó la tienda a la venta de perfumes y accesorios.
A pesar de ello, no son pocas las personas que han criticado la posición de Coco Chanel durante la guerra. Una de las cosas que más se le criticó fue que aprovechara una norma del gobierno colaboracionista del Mariscal Pétain según la cual se prohibía a los judíos tener empresas en territorio francés para, dado que sus socios en Chanel Parfum eran judíos, intentar quedarse con el 100% de la empresa.
También se criticó su relación con un agente alemán durante la contienda. La reciente desclasificación por parte del Ministerio de Defensa francés de unos documentos secretos han aclarado la verdad: la famosa diseñadora francesa era antisemita, apoyaba el régimen nazi y parece ser que colaboró con la inteligencia alemana.
Sus simpatías con los invasores durante el conflicto bélico hizo que, finalizada la guerra, fuera arrestada. Poco después, ya en libertad, decidió mudarse a Lausana (Suiza).
La diseñadora vivió en Lausana hasta 1954. De nuevo en París, reabrió sus boutiques. Tras la reapertura, Chanel volvió a sacudir el mundo de la moda lanzado al mercado un mítico complemento. el bolso 2.55, al que el también mítico diseñador Karl Lagerfeld, que trabajó para la maison Chanel, se encargó de darle un toque distintivo lanzando una nueva versión cada año.
La fama y el prestigio de la diseñadora no dejó de crecer durante los años posteriores hasta que el 10 de enero de 1971, Coco Chanel falleció sola en su habitación del que fue su domicilio durante años: el Hotel Ritz de París.
A día de hoy, el de Chanel sigue siendo un nombre de referencia dentro del mundo del lujo y la alta costura